martes, 6 de octubre de 2009

La Tercera Cruzada



Sobre las Cruzadas




Básicamente las Cruzadas fueron intentos cristianos de recuperar Tierra Santa, comúnmente hechas a petición del Papado, de las manos de los turcos selyúcidas y los sarracenos.
Para entender los motivos que impulsaron a Europa entera a declararles la guerra nos debemos remontar al año 1000.
En esa época Constantinopla era la ciudad mas rica, próspera y poderosa del mundo. Poseía un buen gobierno, la ciudad estaba situada en un punto fácilmente defendible y contaban con un poderoso ejército capaz y profesional. Sin embargo, con la muerte del Emperador Basilio II de Constantinopla lo sucedieron al trono m
onarcas menos competentes, al tiempo que en el horizonte aparecía una nueva amenaza. Los turcos selyúcidas, recientemente convertidos al Islam, y haciéndo gala de un fanatismo desmesurado, decidieron poner fin al "infiel" Imperio Bizantino. En la batalla de Manzikert, los turcos acabaron con el grueso del ejército Bizantino y capturaron a un co-emperador. A raíz de esta batalla los bizantinos tuvieron que ceder la mayor parte de Asia Menor a los turcos. Ahora había tropas turcas apostadas a escasos kilómetros de Constantinopla.
Por otra parte, los turcos habían avanzado en dirección sur, hacia Palestina y Siria, tomando finalmente Jerusalén. (La imagen representa Europa y el mediterrráneo durante la primera cruzada)
Estos dos echos conmocionaron a la Europa Occidental, que empezó a temer que los imparables turcos acabasen engullendo el mundo cristiano, además, empezaron a llegar numerosas noticias sobre las torturas que propiciaban los turcos a los peregrinos.
Los Bizantinos pidieron ayuda a la Europa Occidental, la cual rechazó su petición hasta que vieron que los turcos los amenazaban directamente.


Precedentes de la Tercera Cruzada

En 1174, Salah ad-Din, mas conocido como Saladino "el invencible", ascendió al trono de Egipto y Siria.
Saladino se apresuró a firmar un tratado de paz con el rey Balduino IV de Jerusalén. Reinaldo de Chatillon Príncipe de Antioquía, un cruzado europeo, fué liberado de su prisión. Reinaldo, ignorando el tratado de paz, atacó caravanas musulmanas que peregrinaban a Tierra Santa, extendiéndo su piratería sobre los barcos sarracenos y atacando la misma ciudad de La Meca. Balduino consiguió poner paz entre Saladino y Reinaldo, aunque no duró. Reinaldo volvió a atacar una caravana musulmana y tomó cómo prisioneros a los peregrinos que viajaban en ella, entre los que se encontraba la hermana de Saladino. Saladino exigió la liberación de los prisioneros, a la que Reinaldo rehusó. Este último ultraje despertó la ira de Saladino, declarando la guerra abierta al cruzado cristiano. Reinaldo y su ejército atravesó el desierto en pleno julio para plantar cara a Saladino. En la Batalla de los Cuernos de Hattin, los sarracenos derrotaron a los cruzados, que, sedientos y agotados por su estúpida caminata, no opusieron mucha resisténcia.
Después de esa batalla, Saladino tomó Acre y Jerusalén. En respuesta a esto, el papa Gregorio VIII convocó una nueva cruzada. A ella respondieron tres grandes reyes cristianos, Ricardo Corazón de León de Inglaterra, Felipe II de Francia y Federico Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano.

La Cruzada de Barbarroja

Federico fué el primer rey en tomar la cruz y partir a Tierra Santa. Tuvieron que ir andando, por Constantinopla, pues se dice que su ejército era tan grande que ninguna flota Europea podía transportarlo por mar (según los historiadores medievales mas de 100.000 germanos).
El emperador bizantino Isaac II Ángelo firmó una alianza secreta con Saladino para impedir el avance de Barbarroja a cambio de la seguridad de su imperio. En 1190, el ejército alemán capturó Konya para procurarse una entrada a los territorios turcos de Asia Menor. Sin embargo, al atravesar el río Saleph, Federico se cayó del caballo y se ahogó debido a su pesada armadura.


La mayoría de los germanos, desalentados por la muerte de su emperador, dieron la vuelta y dejaron la cruzada.


En teoría, si Barbarroja hubiése llegado con vida a luchar con Saladino, habrían sido mas altas las probabilidades de que Tierra Santa pertieneciese a los europeos.


(La imagen representa la muerte de Barbarroja)



La Cruzada de Ricardo Corazón de León







  • La Batalla de Acre y la conquista de Chipre



Ricardo de Inglaterra y Felipe II de Francia marcharon con sus ejércitos hacia Tierra Santa hacia el año 1190. Una tormenta sorprendió a la flota de Ricardo, que provocó que varios de sus barcos fuesen arrastrados a la isla de Chipre. Ricardo se dirigió a la isla y exigió la devolución de sus barcos y sus bienes, a la cual Isaac (rey de Chipre) se negó. En pocos días Ricardo había tomado la isla entera y zarpado hacia Tierra Santa.
El día 8 de junio, Ricardo desembarcó en Acre, la cual tomó el día 12.
Ricardo, Felipe y Leopoldo V, general de lo que quedaba del ejército de Federico Barbarroja, discutieron sobre la repartición de bienes de la recién capturada ciudad. Leopoldo consideraba que merecía una parte semejante a la de Ricardo y Felipe (aunque su contribución en tropas fué menor), a lo que el rey inglés respondió quitando la bandera alemana de la torre de la ciudad y tirándola a un foso. Molestos con Ricardo, el rey francés y el general alemán retornaron a sus respectivos países.
Ricardo pidió a Saladino un rescate por los musulmanes que había echo prisioneros en Acre, peró, al ver que Saladino se negaba a pagar, hizo que ejecutaran a los 3000 prisioneros frente a la ciudad, a la vista del campamento de Saladino.





  • La Batalla de Arsuf



Tras la conquista de Acre, Ricardo decidió marchar contra la ciudad de Jaffa, desde donde podría lanzar un ataque contra Jerusalén. El 7 de septiembre de 1191, en Arsuf, unos 45 km al norte de Jaffa, Saladino atacó al ejército de Ricardo.Saladino intentó atraer a las fuerzas de Ricardo para acabar con ellas, pero Ricardo mantuvo su formación hasta que los Caballeros Hospitalarios se apresuraron a atacar el flanco derecho de Saladino, mientras que los Templarios atacaban el izquierdo. Ricardo ganó la batalla y acabó con el mito de que Saladino era invencible.





  • Fin de la cruzada


de 1192, Saladino lanzó un repentino ataque contra Jaffa y recuperó la ciudad, pero muy pocos días después volvió a ser conquistada por Ricardo. El 5 de agosto se libró una batalla entre Ricardo y Saladino, en la que el rey inglés, a pesar de su marcada inferioridad numérica, resultó vencedor. El 2 de septiembre, los dos monarcas firmaron un tratado de paz según el cual Jerusalén permanecería bajo control musulmán, pero se concedía a los cristianos el derecho de peregrinar libremente a Jerusalén. Ricardo abandonó Tierra Santa el 9 de octubre, después de haber combatido allí durante dieciséis meses.





Mitos y curiosidades de la cruzada



Hay una leyenda sobre el primer encuentro entre Saladino y Ricardo. El mito dice así:



“Fueron estos sabios quienes narraron al rey Abdalmalek ben-Merwan que, cuando Ricardo Corazón de León se encontró en las cruzadas con el inmenso Saladino, el rey cristiano creyó necesario ensalzar las virtudes de su espada.
Para demostrar la fuerza de su pesadísimo mandoble, cortó una barra de hierro.
En respuesta, Saladino tomó un cojín de seda y lo partió en dos con su cimitarra sin la sombra de un esfuerzo, al grado de que el cojín pareció abrirse por sí mismo.
Los cruzados no podían creer a sus ojos y sospecharon que se trataba de un truco. Saladino entonces lanzó un velo al aire y con su arma lo desgarró.
Era ésta una lámina curva y delgada que brillaba, no como las espadas de los francos, sino con un color azulado marcado por una miríada de líneas curvas distribuidas al azar.
Los europeos comprobaron entonces que éstas eran, precisamente, las características, ¡oh gran señor!, de todas las láminas usadas en el Islam en tiempos de Saladino."



Tras finalizar la Tercera Cruzada, Saladino murió, teniendo cómo posesión nada más que una moneda de oro y 47 de plata, pues había repartido sus pertenencias entre sus súbditos.



Irónicamente, el ideal del caballero cristiano en cuanto a carácter, lo encarnaba Saladino, del cual se decía que se comportaba con honor, justicia y sabiduría.



Una orden de cruzados, los Caballeros Hospitalarios, continuaron resistiendo una vez finalizaron las Cruzadas. Su sede de poder era su magnifico castillo, el krak de los caballeros hospitalarios (actualmente sigue en pié) que se situaba en Siria, en una colina fácilmente defendible. El castillo resistió una docena de asaltos durante 130 años, pero al final cayó en manos egipcias. Los árabes desestimaron un ataque por la puerta principal, pues al atravesarla daba a una serie de estrechos pasadizos, que podían ser bien defendidos con arqueros, que a su vez llevaba a una puerta aún mas imponente que la anterior. Los sarracenos socavaron la torre de la esquina suroeste de muralla, permitiéndoles penetrar la muralla exterior. La estrategia a seguir entonces era atacar la Torre del Homenaje (estructura principal de un castillo), pero antes de ello, sabiendo lo poderosa que era la torre, enviaron una paloma mensajera al jefe supremo de los Hospitalarios, con la orden de rendir el castillo. Inferiores en número y sin esperanzas de recibir ayuda aceptaron la orden y rindieron el castillo con gran honor. (En las imágenes se ve el krak de chevailers actualmente)